Javi Campo

El órgano de la Colegiata de Peñaranda de Duero

El 29 de Septiembre de 2.002, y después de más de tres años de laboriosos trabajos, se reinauguró, con ocasión de la Fiesta de la Vendimia, el órgano barroco de la Colegiata de Sta. Ana del pueblo de Peñaranda de Duero, mostrándose en todo su esplendor, gracias al prestigioso organista LUIS DALDA, asesor de la Junta para la restauración de los Órganos Históricos de la Comunidad Autónoma de Castilla-León.

Antes de ello, el órgano pasó desde el momento en que se decidió su restauración, por diversas vicisitudes ya que el año 1.988 lo desmontaron de donde estaba situado, a saber, en el lateral del Coro, para limpiar las paredes de la nave, llevándolo, teóricamente, a restaurar a los talleres de MIGUEL ANGEL ABENDAÑO situados en Villahizán de Treviño.
Tras estar en ese lugar cerca de 11 años, cogiendo más polvo del que ya tenía, en 1.999  se decidió llevarlo a los talleres que  LUIS MAGAZ tenía en Madrid para la restauración definitiva de la parte técnica. Y fué BALTASAR PASTOR, ebanista y natural de Peñaranda de Duero pero residente en Madrid, el que se hace cargo de la Policromía y restauración de la madera.
En Julio de 2.002 se comenzó la colocación de la plataforma actual encima de la puerta principal a la que se accede por una empinada y angosta escalera, como se puede ver en la foto, para que inmediatamente después se colocase el órgano y estuviese listo para la fecha más arriba indicada.
Este órgano, se mandó, por parte de los propietarios de la Colegiata, Condes de Miranda, construir en 1.745 a un organero del propio pueblo, Antonio Pérez Gómez, que en su época se convirtió en un gran personaje gracias a los magníficos órganos que nos legó repartidos por todo Burgos, Valladalid y Palencia en un número de 20 instrumentos.
Después de 35 años yendo a ese pueblo, por fin se me ha puesto a tiro el poder tocar, por unos minutos este órgano de época barroca,  de la Colegiata de Peñaranda, atendiendo a la estructura fónica del instrumento, típica de la organería barroca castellana, caracterizada, fundamentalmente, por la trompetería horizontal o de batalla, un solo teclado de 45 notas con teclado partido y la 1ª octava, corta o capada.
El mueble del órgano tiene 8 m. de altura y 5 de anchura, rematado por un colosal escudo de madera, que representa el escudo de armas de los Condes de Peñaranda. Es un ejemplar de gran valor histórico para profesionales, que no para aficionados, que sepan hacerle sonar en Conciertos como se podía escuchar casi hace 300 años. No considero que sirva de acompañamiento a la liturgia, ni siquiera utilizando sólo los Flautados.
Pero antes de continuar con las características del instrumento, no me queda otro remedio que hablar de la población donde se aloja.
Desde luego, el que tenga oportunidad de ir a ver este pueblo, y es necesario y conveniente hacerle publicidad, se encontrará un pueblo típico castellano medieval, con mucha historia y muy bien conservado y restaurado. No es nada difícil echarle un poco de imaginación, al andar por sus calles, el sentir el bullicio de los mercados medievales, el sonido característico de los cascos de los caballos,  el aroma del pan recién horneado, el olor característico de las aguas residuales, etc…
 El Castillo: Original del siglo X, construido con motivo de la repoblación, con Fernán González; fue reformado completamente en el siglo XV. Se levanta airoso vigilando la villa; la torre del homenaje inmutable destaca sobre los restos de muralla. Desde la altura hay una magnífica vista del caserío sobre el que se levanta imponente la silueta de la iglesia Santa Ana; y, al fondo, de la vega del Arandilla. Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de junio de 1931.

  • Muralla: Se conservan dos de las tres puertas de la muralla que se construyó en el siglo XV.
  • Palacio de los Condes de Miranda, o de Avellaneda: Construido en el siglo XVI por encargo de don Francisco de Zúñiga Avellaneda y Velasco, tercer conde de Miranda del Castañar, en él pudo trabajar Francisco de Colonia. La portada luce el escudo de los Zúñiga entre tenantes y en su interior, traspasando el zaguán de entrada, se abre un elegante patio señorial con galería doble, desde el que se accede a las habitaciones nobles bellamente decoradas con espléndidos artesonados. En el Salón de Embajadores preside una elegante chimenea de estucos y destaca ahí por su originalidad una galería para los músicos. Vecina al palacio preside, en el centro, la plaza una picota o rollo jurisdiccional de elegantes líneas góticas. Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de junio de 1931.
  • Iglesia: Ex Colegiata de Santa Ana, comenzada en 1540 presenta portada barroca, en el interior retablo neoclásico presenta en altorrelieve a la santa titular, obra de Alfonso Bergaz y coro tallado en nogal. En su portada cuenta con tres bustos romanos de Clunia.
  • Convento: De San José del Carmen, fue levantado en el siglo XVI.
  • Rollo.En la Edad Media y moderna, se llama ROLLO a una columna de piedra, generalmente rematada con una cruz o una bola, y que representaba la categoría administrativa del lugar. No confundir con la «picota».  Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de junio de 1931.
  • Para distinguir ambos conceptos, acudimos, como siempre, a los expertos que nos explican las diferencias.
  • En la actualidad, se denomina rollo o picota a un mismo monumento, sin que su estructura o ubicación justifiquen una u otra denominación, si bien existe una diferencia conceptual.
  • El rollo representaba la categoría administrativa del lugar -sólo se levantaba en las villas- indicando el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico. Además marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un monumento conmemorativo de la concesión del villazgo.
    Arquitectónicamente tiene basamento, fuste, cierto número de salientes a modo de gárgolas y un remate. En muchas ocasiones se coronó con cruces de hierro.
  • La picota era el poste en el que se exponían los malhechores a la vergüenza pública o se les castigaba. La pena de exhibición en la picota aparece ya legislada en el siglo XIII, en el libro de Las Partidas, de Alfonso X, considerándose la última de las penas leves a los delincuentes para su deshonra y castigo. Así se lee en la partida 7ª, ley 4ª del titulo XXI:
    «La setena es quando condenan a alguno que sea azotado o ferido paladinamente por yerro que fizo, o lo ponen por deshonra dél en la picota, ol desnudan faciendol estar al sol untado de miel porque lo coman las moscas alguna hora del día».
    Arquitectónicamente, en su origen, seria un árbol o palo hincado en el suelo -gentil árbol berroqueño, que suele llevar hombres, como frutos, según los definió Luis Vélez de Guevara-. Con el fin de perpetuar su duración, posteriormente, se construyeron en piedra, con los elementos necesarios para desempeñar su función: plataforma de exhibición, fuste
     en el que se sujetaban las cadenas (Fuentearmegil), cuchillo, garfios, cepos, grilletes o argollas.
    Ermita de la Virgen de los Remedios
  • Destacamos  los edificios más llamativos, citando, en primer lugar, el Castillo, en lo alto de la loma, oteando toda la llanada, el Palacio de los Condes de Avellaneda, la famosísima botica, creo recordar que del siglo XVII, etc… El que vaya, no marchará defraudado, inclusive si come en la Posada. Saldrá con el estómago satisfecho y el bolsillo bastante más ligero.

La Colegiata está enclavada, entrando por la puerta de acceso a la Plaza Medieval, a la derecha, después de la Posada, y justo detras del «rollo» situado casi en el centro de la plaza.

Merece la pena quedarse mirando unos minutos, con detalle, la fachada barroca, perfectamente conservada. No así las columnas en lo alto de la escalinata que han ido cediendo con el paso del tiempo.

Una vez dentro del templo, introducidos por una doble puerta o portón, nos encontramos. ascendiendo por una angosta escalera, con este órgano que se encuentra en la tribuna trasera sobre la puerta de acceso a la colegiata, mirando hacia el altar, no siendo éste su lugar original, sino en el Coro, que en este caso se sitúa en medio del templo con verja de madera de roble, asientos bellamente decorados y atril que sostiene un libro de rezos y cánticos gregorianos.

Filiación: Antonio Pérez Gómez.
Año de construcción: 1745.  Estilo Musical: Barroco. Estilo Arquitectónico: Barroco.
Consola: Integrada, de ventana actuando el organista de espaldas al Altar.
Teclados: 1 teclado de 45 notas (C1-C5), octava corta, partido entre C/C# central
Transmisión: Mecánica de teclados y registros. Temperamento y Diapasón: Temperamento Valotti modificado, diapasón a 415Hz .
Posee 845 tubos accionados por 24 tiradores.
Estado: Bueno. Restaurado Luis Magaz en 2002 Fuente: Taller de Organería Luis Magaz

Disposición:
Mano Izquierda                                                    Mano derecha

  • Flautado                                                       Flautado
  • Violón                                                            Violón 13
  • Octava                                                           Octava
  • Docena                                                         Docena y Quincena
  • Quincena                                                      Decinovena
  • Decinovena                                                  Lleno III
  • Lleno 3h                                                        Címbala
  • Címbala                                                        Trompeta Real
  • Trompeta real (Interior)                              Corneta
  • Clarín bajos                                                  Trompeta Magna
  • Bajoncillo                                                       Clarín I
  • Violetta                                                            Clarín
  • 9 pisas enganchadas a la primera octava , Registro de Pajarillos
  • Otras características de este tipo de instrumentos las encontramos en el teclado. En la gran mayoría de las tipologías de órganos europeos, la combinación de registros se consigue utilizando distintos teclados que a su vez utilizan distintos registros. Es decir, por ejemplo, para destacar una melodia de un acompañamiento, en un teclado utilizo una registración fuerte, y en otro teclado una más suave.
  • Pero en el órgano ibérico, eso no siempre es así. En la mayoría de los casos, nos encontramos con lo que se conoce como teclado partido. En este tipo de teclado, a partir de cierta nota (entre el tercer Do y Do#) los sonidos pueden ser distintos, partiendo así el teclado en dos (de ahí su nombre).
    En el teclado de los órganos ibéricos encontramos otra modificación que recibe el nombre de octava corta. Para evitar confusiones con las enarmonías, voy a referirme a las teclas y no a las notas a la hora de explicar esta característica. En los órganos, normalmente, la octava más grave del teclado es idéntica en número de teclas al resto de las octavas; pero en el órgano ibérico, ésta última octava tiene menos teclas que el resto, ya que de la tecla Fa se salta directamente a la tecla Do. Por si alguien no se hace a la idea o no conoce bien un teclado de piano u órgano, este salto de notas hace que nos quedemos sin la tecla Mi, Re, Mi b y Re b.
  •  Sin embargo, las teclas Mi y Re están situadas en donde deberían de estar las teclas Sol # y Fa # respectivamente, desapareciendo las teclas Mi b y Re b. A efectos prácticos, las teclas que desaparecen son las de Sol #, Fa #, Mi b y Re b. Esta omisión se debe a que en la época en la que se construían estos instrumentos, los tonos musicales no se habían inventado todavía, y los músicos seguían escribiendo en base a los “modos medievales”, los cuales nunca solían utilizar en el bajo las teclas de Sol #, Fa #, Mi b ni Re b.
    La última característica de los órganos ibéricos la encontramos en el “arca de ecos”, un invento que fue de vital importancia años después para el órgano romántico. Este arca de ecos no es más que un armario dentro del órgano, dentro del cual se colocan los tubos de algunos registros. Este armario posee una especie de ventana que se abre y se cierra, y cuyo funcionamiento controla el organista normalmente gracias a unas rodilleras (más adelante, esta ventana se controlaría por medio de un pedal). De esta manera, el intérprete podía controlar la intensidad de algunos sonidos, pudiendo producir un efecto similar al eco.
  • En este instrumento, yo no he visto ni pedal de expresión  ni rodillera. En una próxima ocasión averiguaré si tiene «arca de ecos«.
    En otras ocasiones, lo que hacia el organero era colocar parte de los tubos fuera del órgano principal, dando lugar también al efecto del eco, pero en este caso debido al emplazamiento de los tubos no creo que sea posible.
    Repertorio “ibérico”
    Como hemos visto, estos instrumento poseen una tipología especial, y por lo tanto, el repertorio que en ellos se puede ejecutar también es especial. Las obras más características para interpretar en los órganos de esta tipología son LOS TIENTOS Y LAS FALSAS.
    Un tiento es una composición en la que una voz destacada (en este caso ejecutada en la mano derecha), es acompañada por la izquierda. El acompañamiento suele presentar el tema, y la mano destacada suele repetirlo y realizar variaciones sobre él.
  • Por último, y sin ser un experto, y menos de órganos barrocos, tengo que decir que el deterioro en la afinación del mismo, es importante, quizá debido a los importantes cambios de temperatura que se dan en este templo, sobre todo, debido a la enorme cristalera situada en la parte posterior del instrumento, donde el sol veraniego de justicia, le pega directamente. Pero no le haría justicia si no destacase el sonido limpio de los clarines, así como los Flautados y los Violones.
  • Una experiencia más aunque no sea de las que más he disfrutado.
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Javi

Sobre mí

«El que haya elegido Getxo para vivir, siempre tendrá la sensación de haber elegido bien».

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