Javi Campo

Que viva Getxo que es mi pueblo.- IV.- La gruta de la virgen de los P.P.Trinitarios de Algorta

El 2/2/1883, Dª Mª Rosa Rogelia Cortina y Aldecoa, viuda de D. Andrés Cortina y Píñaga, otorgó testamento ante Notario. En él se indicaba, entre otras muchas cuestiones, que legaba 200.000 reales para la construcción de un convento en el término de Algorta, poniendo como condición que estuviese equidistante entre las Parroquias de Andra Mari y San Nicolás.

                  Calle Trinidad. Convento, gruta y Parroquia conforman el conjunto.

El 29/5/1888 se compraba, para tal fin, una finca que costó la cantidad de 5.000 pts. a D. Juan Bautista Elortegui y Zabala, en las cercanías donde se supone que estuvo ubicada la ermita de San Martín y que podemos situar, en la actualidad, en la campa del Tenor Constantino y aledaños.

Con ocasión del 7º aniversario del fallecimiento de Dª Rogelia, el 19/9/1890 se bendijo la iglesia bajo los cuidados de la Orden Trinitaria cumpliéndose los deseos de ella. Hacia 1904 se levantó y se inauguró el convento con la finalidad de dar cabida al seminario y noviciado de los  citados Padres con un pequeño patio que sirviese de esparcimiento a los jóvenes. Pero el 19/7/1926 el fuego arrasó la Iglesia y parte del convento, salvándose el noviciado. Con la ayuda de muchos de sus convecinos algorteños que colaboraron unos con sus ahorros y otros con su trabajo, en muy poco tiempo se erigió otra iglesia siendo inaugurada el 14/8/1927, sólo 13 meses después del pavoroso incendio. Pero la configuración de las calles, con este nuevo edificio, fue modificada y la calle Trinidad fue abierta al tráfico rodado.

Entre la citada calle y el convento quedó una parcela sin ningún provecho público e inaccesible para la comunidad trinitaria por su proximidad a la vía pública. Fue a su Superior, el algorteño P. Pedro de Azcorra al que se le ocurrió que en el hueco se podía levantar, como homenaje a la Virgen, un monumento que fuese lo más parecido posible a la gruta de las apariciones de Lourdes a Bernardette Soubirous en 1858, llamada de Massabielle (Peña vieja). Así se hizo con la ayuda del arquitecto Gregorio de Ibarreche, que más tarde sería Alcalde de Bilbao, y que fue pagada íntegramente por el Rvdo. Padre Provincial Fr. Pedro de Santa Teresa como recuerdo de sus bodas de plata. El diseño fue fácil, a imagen y semejanza del de Lourdes, pero no se escatimaron medios para que quedase pulido y resplandeciente. Para el altar y púlpito se compró un impresionante bloque de mármol de Carrara que modeló con gusto la casa Altuna de San Sebastián y que tiene una imagen de la Virgen y un ángel a cada lado con una pátina celeste. Otro bloque del mismo mármol le fue ofrecido al artista algorteño Miguel García de Salazar que desinteresadamente talló la bella imagen de la Inmaculada Concepción ataviada de blanco y con su clásico lazo azul celeste rodeando su cintura y cayendo hacia sus pies, situada en una pequeña oquedad. Debajo de ella y en medio de unas pequeñas flores que aparecen entre las letras se puede leer “Yo Soy la Inmaculada Concepción”.

                                                    El día de la inauguración de la gruta.

Un tanto más apartado pero en el mismo espacio y rodeado de jazmines de lluvia y enredaderas hay un pedestal blanco, sin la imagen del ángel al que se alude en la plegaria, con una placa de mármol blanco en la que puede leerse “Espera, dice el Ángel que te guía.- La Virgen está aquí; reza un Ave María, y dile en tu dolor o en tu alegría: ¡Acuérdate de mí!”, una jaculatoria y el año en que fuera colocada: Año Mariano 1954.

Su inauguración, con gran ornato y boato y con la presencia del Sr. Obispo de Vitoria, D. Mateo Múgica se produjo a las 10 h de la mañana del día 17/4/1929 participando de la fiesta todo el pueblo de Algorta. Después de la Misa solemne cantada por la Schola Cantorum de la Comunidad, bajo la dirección del Rvdo. P. Pío y el ritual litúrgico de rigor se finalizó el acto con el «Agur Jesusen Ama» cantado por todo el pueblo, «cuando ya el tímido sol de abril cabalgaba por el cenit del mediodía» como dejó escrito el P. Carlos Zabala en su Historia de Getxo.

Una visión global del recinto habitualmente cuidado por manos anónimas.

 

Fuente con inscripción y la fecha de las apariciones de la Virgen en Lourdes a Bernardette Soubirous

En el lado izquierdo de la gruta existe un pedestal que abajo y en su centro tiene tres agujeros que en su tiempo fueron sendos caños del que manaba un agua «milagrosa» y de la que se hizo eco la Comisión Permanente de la Alcaldía en sesión celebrada el 3/4/1929. En dicha sesión se dió cuenta de un escrito del Padre Superior de los P.P.Trinitarios en el que se solicitaba «la autorización necesaria para la colocación de una fuente pública para el servicio del vecindario» ya que contaba con el VºBº del Arquitecto Municipal aunque con algunas matizaciones. La Comisión Permanente autorizó su colocación pero a condición de seguir fielmente las indicaciones del Sr. Arquitecto.

                                              Púlpito y placa con inscripción del año 1954

Estamos cerca del centenario de su inauguración y ahí sigue, ante la indiferencia de la mayoría de las personas que pasamos por allí, con pequeñas variaciones que el paso del tiempo ha ido modificando para contemplación de todo aquel que tenga un poco de gusto por lo insólito, como un espacio de paz y para un detenimiento breve de aquellos que quieran decir una jaculatoria o rezar una oración que es el fin último por el que se erigió.

 

 

 

 

 

 

 

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«El que haya elegido Getxo para vivir, siempre tendrá la sensación de haber elegido bien».

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