Esto es lo que dice la Fundación del Español Urgente. FundéuRAE es una fundación patrocinada por la Agencia Efe y la Real Academia Española, cuyo objetivo es colaborar con el buen uso del español en los medios de comunicación y en Internet.
Solo, ya sea adjetivo o adverbio, no lleva tilde según las normas generales de la Ortografía de la lengua española.
En los medios de comunicación es frecuente encontrar ejemplos como «Sólo una de cada tres europeas víctimas de violencia lo denuncia», «Nico Williams ya sólo está a dos goles de igualar a su hermano en su primer año» o «El nuevo plan para las autovías quebradas elevaría el déficit en sólo 1000 millones».
La Ortografía señala que «la palabra solo, tanto cuando es adverbio como cuando es adjetivo, así como los demostrativos este, ese y aquel […], son voces que no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación».
A continuación en esta misma obra se recuerda que, respecto a los casos en que solo puede interpretarse como adjetivo y adverbio en un mismo enunciado («El presidente viajó solo a la reunión de líderes americanos»), con el consiguiente riesgo de ambigüedad, la Academia venía prescribiendo tildar el adverbio solo para indicar que en ese enunciado no actuaba como adjetivo.
En la actualidad, sin embargo, ni siquiera en casos de ambigüedad es necesaria (aunque sí es admisible) la tilde del adverbio solo. Sí se considera falta de ortografía, en cambio, tildar el adverbio solo cuando no existe riesgo de ambigüedad.
Esto se escribía en LA SEXTA el 28/5/2021 y que se ha corregido y ampliado el 3/3/2023.
Hace más de diez años la RAE intentó enmendar un viejo error y abrió una polémica. Muchos se resistían a acatar su norma. En 2023, otra vuelta de tuerca. Tanto vaivén puede hacer que no tengas claro cómo se escribe.
En el año 2010 la Real Academia Española (RAE), en su nueva edición de la Ortografía de la Lengua Española decía de manera resumida que la palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (‘Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo’) como cuando es adjetivo (‘No me gusta estar solo’) no debía llevar tilde según las reglas generales de acentuación.Las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad.
Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo, explicaba hace más de una década la RAE, no cumplía el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Es por eso que desde 2010 la Real Academia decidió que se debía prescindir de esa tilde, incluso en casos de ambigüedad, dado que estas pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas.
Ahora bien, más de diez años después… la RAE ha vuelto a darle la vuelta a esta historia. En marzo de 2023, la RAE despenaliza la tilde del ‘sólo’ cuando equivalga a ‘solamente’. Según fuentes del pleno de la Academia de la Lengua citadas por la agencia EFE, la RAE ha decidido permitir la tilde en este adverbio, así como en los pronombres demostrativos ‘este’, ‘ese’ y ‘aquel’ y sus femeninos y plurales cuando a juicio de quien escribe haya riesgo de ambigüedad.
Voy a poner un tercer ejemplo de lo que se informaba en los medios, añadiendo lo que se ha informado en el diario «El Mundo» el día 3/3/2023.
La Real Academia Española vuelve a cambiar la redacción del Diccionario Panhispánico de Dudas en la norma que define la escritura de la palabra.
¿Solo y sólo o solo y solo? He ahí la cuestión. Hace 12 años, la última edición de la Ortografía de la lengua española (2010) de la Real Academia Española (RAE), eliminó la tilde diacrítica en el adverbio solo (y los pronombres demostrativos), incluso en casos de posible ambigüedad, decisión que desde entonces ha dividido a académicos, escritores, medios de comunicación y lectores. En 2023, la máxima autoridad lingüística vuelve a matizar la cuestión del solo – sólo.
Lo cierto es que la RAE llevaba más de medio siglo intentando borrar esa regla de acentuación, esgrimiendo criterios científicos. Así lo explica en su Ortografía: «La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo)», no debe «llevar tilde según las reglas generales de acentuación», al tratarse de una palabra llana terminada en vocal.
Pese a ser «solo» una palabra llana, la anterior regla ortográfica añadía al adverbio la tilde diacrítica para distinguirlo del adjetivo en enunciados en los que se podían dar casos de ambigüedad. Como muestra, este botón: Javier habla solo por la noche. ¿Javier únicamente está disponible para hablar por la noche o bien habla con él mismo cuando es de noche?
La RAE argumentaba la recomendación de no tildar nunca «solo», señalando que el empleo de la tilde, cuando esa palabra es adverbio, no cumple el requisito fundamental del uso de la tilde diacrítica: «oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas» (sí y sí; dé y de; cómo y como, etc.). Solo es siempre tónica, ya sea como adjetivo o adverbio, justificaban los académicos.
Para resolver las posibles ambigüedades, la RAE afirmaba que el propio contexto comunicativo despeja la incógnita interpretativa y que, en los escasos y rebuscados casos de confusión, siempre se puede emplear «sinónimos como solamente o únicamente», cambiar el orden de las palabras o añadir al enunciado algún elemento que evite el doble sentido.
Una década después, la RAE vuelve a matizar la norma y ha cambiado la redacción del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) respecto a la escritura de solo sin tilde diacrítica. La palabra «solo» seguirá sin acento, tanto si es adverbio como si es adjetivo. Pero ahora la regla admite expresamente que el hablante escriba sólo, con tilde, «cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades«.
Al igual que «sólo» en casos que pueden dar lugar a confusión, la RAE tiene la intención de reconocer el uso del acento en los pronombres demostrativos este, esta, ese, esa, aquel, aquella y sus plurales.
Y ahora, mi opinión de «ignorante tuercebotas», de «enemigo de los vaivenes», de «resistente a las nuevas modas linguísticas», de «amigo de lo que, en su día, me enseñaron» y de «contrario de lo oficial». Muchos dirán que soy un cavernícola de las letras, que un idioma es algo vivo y que, por lo tanto, cambia, que para algo hay una serie de señores muy sesudos que tratan de «dar gusto a la gente, de seguir el curso de la historia según se va escribiendo ésta (¡Ay! se me ha escapado)», incluso que afirmando que quiero continuar usando la tilde, lo que trato es parecer un ser «superior linguísticamente hablando». Y no, si mi opinión es a favor de «tildar» o «poner la tilde» cuando existe ambiguedad o sólo quiere decir solamente, es porque considero que evito errores en la interpretación de lo que quiero decir en lo escrito.
Siento que esa norma y otras parecidas van en el sentido de simplificar el idioma para tener contentos a los que no saben escribir. Aunque algunos opinen que, en la actualidad, los que ponen la tilde son lo que no saben escribir porque va en contra de la Norma. Una consecuencia innegable tuvo esta famosa norma del 2010: generó, entre las personas con buena ortografía de todo el mundo castellano-escribientes, un importante segmento que se declaró desde entonces “en abierta rebeldía” a la RAE y dejó de valorar como antes sus declaraciones. Yo, entre ellos.
Dos ejemplos:»Practiqué sexo solo durante unas horas». «Un hombre solo se arrodilla ante Dios». Ahora que cada uno intérprete las frases como quiera.
Por supuesto que hay muchos doctos en la materia que están de acuerdo con lo dictado por la Real Academia y dan sus argumentos, todos ellos muy válidos. Quizá mis asertos no sean más que nostalgia por aquello que un día me costó tanto aprender y que ahora me resisto a borrar de un plumazo. O quizá sea simplemente un gesto de rebeldía de una persona mayor que se resiste a perder una pequeña parte de su identidad infantil. Sea como fuere, yo seguiré «acentuando» o poniendo la tilde al «sólo», cuando quiera significar «solamente».
Sólo hay una cosa que me molesta y es la ambiguedad de la propia RAE, con el ahora sí, ahora no, «ahora las dos» porque lo digo yo. Si está para aclarar dudas y poner Normas, que así sea pero que no siembre la duda tratando de contentar a todos. Esto, además de ambiguo, es tonto.
