Javi Campo

Las reseñas a los restaurantes

Hace unos pocos días me ocurrió algo que me ha hecho reflexionar. No es que sea fundamental en mi vida o en la vida de cualquiera pero es indicativo de hacia dónde va este mundo. Dentro de la vorágine de información que nos llega a diario por todos los medios a nuestro alcance quizá no sea un tema importante pero sí significativo. Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez.

Tuve que desplazarme a una localidad de la meseta castellana acompañado de la familia con la intención de comer en algún lugar del camino. No tuve dudas al elegir, ya había estado antes en ese comedor,  porque me lo habían recomendado, tenía buena fama y había quedado satisfecho. Fiándome de anteriores experiencias llamé para reservar y reservé.  Éste fue mi error ya que realicé  la llamada antes de informarme leyendo las referencias realizadas por los usuarios que utilizan con asiduidad las redes sociales.

Cuál sería mi sorpresa al leer las reseñas de los últimos meses. Así como las anteriores eran todas positivas, con buena nota, las de los últimos cinco meses, todas, insisto, todas eran negativas, tanto sobre la comida, como sobre el precio, como el servicio.  Mi propia experiencia era muy positiva en las anteriores ocasiones en las que había estado en ese local, recomendado además por personas del propio pueblo en cuestión y otras que esporádicamente habían pasado por allí y comido en ese restaurante. Las últimas reseñas me dejaron estupefacto. Tanto que traté, inutilmente, de cambiarme de restaurante dado que ya había realizado la reserva como he dicho anteriormente.

No me fue posible porque el resto de restaurantes del lugar o estaban cerrados por vacaciones o completos. Iba con miedo a quedar mal con la familia, sobre todo con la familia política,  porque no fuese el lugar más adecuado. Quizá habían cambiado de cocinero, de dueño, de camareros, en definitiva, que no fuese el mismo que yo había conocido en otras ocasiones con una cocina muy grata, con un servicio amable, y un precio ajustado a lo que hoy en día se estila.

Cuando llegamos, el comedor estaba lleno, lo que ya me dió buena impresión y me tranquilizó. O la gente no mira las reseñas y entonces para qué sirven, y si las había mirado poco le había importado. Fuimos atendidos de manera correcta, el servicio fue rápido, la comanda, muy diversa, fue muy agradable, el precio asequible.

A las cuatro de la tarde, hora a la que nos levantamos de la mesa, había personas esperando y seguía entrando gente. Esto es lo que, esquemáticamente, me sucedió.

Moraleja: ¿Para qué sirven las reseñas? ¿Quiénes hacen las reseñas? ¿Con qué finalidad? ¿Tienen importancia las reseñas? ¿Son interesadas las reseñas?

Las diversas encuestas que se realizan sobre este tema nos dicen que un 91% de los encuestados aseguran que hacen uso de las reseñas y puntuaciones online antes de acceder a un establecimiento donde tenga intención de consumir. Para un muy alto porcentaje de estas personas que han contestado a la encuesta, esas opiniones son creibles por lo que las tienen en consideración y son tremendamente valoradas.

Si nos referimos exclusivamente a los negocios de restauración que es lo que aquí traigo a colación, cuando ya tenemos fijado el objetivo de cuál es el restaurante en el que queremos comer, las opiniones de los demás que nos han precedido desempeñan un papel si no fundamental sí muy importante a la hora de generar confianza, por eso las miramos y examinamos. Nos interesa antes de tomar la decisión conocer cuál es la reputación del establecimiento y la nota que le han dado sus comensales.

Los puntos sobre los que queremos explorar más habitualmente son tres, porque son los que nos ofrecen una información más valiosa para nosotros:

  1. La calidad de la comida
  2. La atención esmerada del servicio
  3. La relación calidad-precio

La combinación de estos tres elementos y lo positivas o negativas que sean las reseñas en estos puntos son los que van a influir positiva o negativamente en nuestra decisión y elección como clientes potenciales que somos.  No hay que incidir mucho en este tema porque está meridianamente claro. Los sitios web que acaparan estas reseñas nos van a dar las pistas para tomar una decisión debidamente informada, aunque será cuestión de nuestra inteligencia, separar el polvo de la paja, de intuir la manipulación o la reseña interesada, tanto a favor como en contra.

Si el establecimiento está dentro de nuestro entorno, siempre habrá un amigo o conocido que ya haya estado y que estará encantado de contarte su experiencia. Pero no te fíes de una sola opinión, averigua varias, en varias redes. Con matices, deberán ser muy parecidas, en caso contrario, sería bueno que antes de ir con familiares o amigos que tengas de visita, te acerques tú solo y requieras información de primera mano. No hay mejor informante que tú mismo. Tu impresión será la buena.

En caso de ser un lugar más alejado de tu entorno y poco conocido para tí, ojo porque un simple comentario negativo puede distorsionar tu visión general y cambiar tu decisión. Se dice, se comenta, que incluso es muy fácil comprar reseñas falsas, tanto positivas como negativas, según le convenga al pagador de las mismas y que incluso es posible generarlas a través de la inteligencia artificial.

Por eso, antes de tomar una decisión que puede resultar equivocada, mira reseñas en varios sitios en que se publiquen y calibra si en todos dicen lo mismo o parecido. De lo que se trata, en definitiva, es que el restaurante, a través de sus clientes, te generen la suficiente confianza como para que tomes la decisión de acudir a él en la seguridad de que vas a ser bien atendido, que vas a comer a gusto y que tu VISA oro no va a perder una buena parte de su color dorado a la hora de pagar. Si esto se produce y sales del local satisfecho, posiblemente tengas la deferencia de gastar un poco de tu tiempo en decirles a los demás, que como tú requieran una referencia, tu experiencia y hagas una reseña positiva.

Como se puede ver, en ningún momento he mencionado el local al que acudí. No suelo hacer esta clase de comentarios,  miro las reseñas pero no las genero. Sólo en caso de que algún conocido me pregunte, le haré la indicación de su bondad  y que puede ir con la seguridad de que saldrá satisfecho. Si, en mi caso, hubiese salido defraudado, con no volver, asunto arreglado. Quizá no sea la postura más sociable pero esa es la mía: al lugar en que me sienta maltratado, no protesto, no me va el montar «pollos»,  simplemente, no vuelvo.

Seguiré leyendo las reseñas.

 

 

 

 

 

 

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Javi

Sobre mí

«El que haya elegido Getxo para vivir, siempre tendrá la sensación de haber elegido bien».

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